Pesimismo verdiblanco

Revisando los catorce subcampeonatos del Deportivo Cali me encuentro con que hasta el subcampeonato de 1980, la principal característica es que perdimos títulos ante equipos muy complejos, en franca lid y luchando hasta el final. Con Bilardo perdimos dos campeonatos (77 y 78) por estar peleando la Copa Libertadores, fue tan complejo el subcampeonato del 78 que lo obtuvimos con un gol olímpico en el último minuto ante Nacional en Medellín.

Nuestra primera final en 1949 la perdimos ante el ballet azul de Di Stefano después de una lucha tremenda todo el año y las historias de las otras derrotas tienen un tinte similar a excepción de la de 1968.

Ya los títulos perdidos en los 80’s son una historia que no quiero tocar.

Pero lo que realmente me llamó la atención fue ver una característica en los subcampeonatos del nuevo siglo, el Cali regaló las finales, me dirán mal perdedor, pero es así.

2003 vs Tolima: Cali mete autogol.
2006 vs Pasto: Cali bota penal de local.
2013 vs Nacional: Cali mete autogol.
2017 vs Nacional: Cali bota penal y además regala uno.

Yo estoy seguro que esto no es algo al azar, es algo que marca a nuestro club, estamos hundidos en un pesimismo que hace que después de cabalgar torneos con récord de puntos perdamos títulos de las peores formas.

En 1988 Johan Cruyff llegó al FCB, un club sumido en el derrotismo, que vivía a la sombra del Real Madrid, solo es escuchar hablar del “Pesimismo culé” o el “Cagazo”, y este holandés cambió la historia del club, con su magia, le dio otra energía al Barça, aparte de su enorme capacidad como director técnico. Sólo es revisar la liga de Tenerife. Todo este cambio se redondeó con Rijkaard, Guardiola y la aparición de Messi.

El Deportivo Cali necesita esto, algo o alguien que saque esos fantasmas que rondan al club y le de otra dinámica al equipo. No sé si Cárdenas sea el elegido, pero de algo estoy seguro y es que salir a incendiar todo sería volver a lo mismo de siempre, el club y su gente debemos estar unidos ante los retos venideros, una cacería de brujas ahora, ad portas de una copa internacional y unas elecciones sería catastrófica.

Palmaseca unió a la gente con su equipo, vimos partidos mágicos, en el clásico, yo me desesperaba en la tribuna y un señor me dijo “Muchacho, deje el negativismo a un lado”, esa frase me marcó y es lo que debemos hacer ahora. Tenemos un gran equipo, jóvenes con mucho talento que adoran esta casa verdiblanca, lo que queda es apoyar este proyecto y exigir mejores decisiones deportivas. Las buenas ya vendrán.

PD: Nacional hasta el 2005 tenía las mismas estrellas que el Cali y miren lo que es ahora.

Columnista 
Juan Camilo Restrepo Valencia
En Twitter: @Cami_RV

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